Discurso Inagural del Seremi de Economía Javier Solís Uribe, en desayuno de trabajo organizado por la Seremi de Educación y Chile Califica, para Empresarios (as) que colaboran con la Formación Dual en nuestra región.
Estimados asistentes.
Nadie mejor que ustedes conocen los beneficios de la educación y formación dual que se ha implementado desde hace ya más de 18 años en nuestro país. Beneficios que no sólo han servido a los jóvenes que integran a sus respectivas empresas e instituciones, puesto que al finalizar su período de aprendizaje serán mejores elementos para la vida futura que les habrá de esperar.
La marca que les deja el trabajo de los jóvenes que acceden a esta modalidad es imborrable. La edad de ellos es la justa como para asegurar el éxito del programa. Sus mentes inquietas, las energías en su máxima capacidad, deben ser aprovechadas en toda su extensión por parte de los empleadores con la finalidad de no atrofiar esas ansias de desarrollo que ellos llevan.
En efecto. Muchas veces es la sociedad la que nos muestra a una juventud despistada, abrumada por la inalcanzable búsqueda del éxito, que los muestra proclives a la vida fácil y sin control y donde la aspiración paciente los lleva a la consecución rauda y muchas veces violenta. Sin ninguna duda podemos afirmar que mientras tengamos jóvenes ocupados podremos superar las brechas y lograr insospechados resultados.
Esos resultados se traducen en un real aporte a la economía familiar, local, regional y nacional, al tener mentes despiertas a asumir desafíos, a superar crisis y resolver problemas de manera rápida, precisa y muchas veces innovadora.
Por ello, el resultado encontrado en esta modalidad de formación nos asegura un éxito abrumador. Los países que han pasado por profundas crisis y que nos llevan muchos siglos de experiencia han recurrido al rescate de su potencial juvenil a través de la práctica de oficios que, aunque después no los ejerzan, les permite ver de otra manera la proyección de sus vidas. Así se logra el verdadero desarrollo que las sociedades buscan.
Chile, con este sistema de formación dual y con la asociatividad lograda con más de 7.800 empresas comprometidas con los conceptos de responsabilidad social, muestra un creciente éxito entre los estudiantes que comparten jornadas de estudio con responsabilidades laborales, lo que permite asegurar que este tipo de formación es el que debe marcar nuestros procesos. Por ello el Gobierno de la Presidenta Bachelet ha considerado de esencial importancia trabajar en su mayor proyección, sumando a nuevas empresas para que puedan ocuparse los restantes porcentajes de estudiantes de educación técnico profesional, que hoy no tienen cupo
Jóvenes socialmente aplicados a faenas propias de adultos asegurarán que la vocación de protección social impuesta en su mandato y que se aprecia en todos los sectores de nuestra población nacional, permiten fortalecer sus propios destinos y el de sus familias.
Señores empleadores, cada joven es un paquete de nervios cuando se enfrenta por primera vez a una actividad laboral, donde no sabe lo que le espera, la forma en que le tratarán, y si las expectativas que sus profesores le dieron se podrán cumplir.
Una inadecuada recepción, una indisposición inusitada por un error cometido, la asignación de tareas sin retorno, poco útiles y a veces humillantes contribuirán sólo a desalentarle y no es eso lo que buscamos, por lo cual el llamado es a mantenerlos en niveles de confianza aceptables, donde siempre tengan piso, pero nunca sientan que tienen techo. Así, y sólo así sus mentes, sus anhelos y sus expectativas podrán volar libremente.
Los Ministerios de Educación, Trabajo y Economía, asociados a este programa estamos seguros que será así y nuestro esfuerzo es perseguir esos resultados a toda costa, por el bien de nuestra nación.
Nadie mejor que ustedes conocen los beneficios de la educación y formación dual que se ha implementado desde hace ya más de 18 años en nuestro país. Beneficios que no sólo han servido a los jóvenes que integran a sus respectivas empresas e instituciones, puesto que al finalizar su período de aprendizaje serán mejores elementos para la vida futura que les habrá de esperar.
La marca que les deja el trabajo de los jóvenes que acceden a esta modalidad es imborrable. La edad de ellos es la justa como para asegurar el éxito del programa. Sus mentes inquietas, las energías en su máxima capacidad, deben ser aprovechadas en toda su extensión por parte de los empleadores con la finalidad de no atrofiar esas ansias de desarrollo que ellos llevan.
En efecto. Muchas veces es la sociedad la que nos muestra a una juventud despistada, abrumada por la inalcanzable búsqueda del éxito, que los muestra proclives a la vida fácil y sin control y donde la aspiración paciente los lleva a la consecución rauda y muchas veces violenta. Sin ninguna duda podemos afirmar que mientras tengamos jóvenes ocupados podremos superar las brechas y lograr insospechados resultados.
Esos resultados se traducen en un real aporte a la economía familiar, local, regional y nacional, al tener mentes despiertas a asumir desafíos, a superar crisis y resolver problemas de manera rápida, precisa y muchas veces innovadora.
Por ello, el resultado encontrado en esta modalidad de formación nos asegura un éxito abrumador. Los países que han pasado por profundas crisis y que nos llevan muchos siglos de experiencia han recurrido al rescate de su potencial juvenil a través de la práctica de oficios que, aunque después no los ejerzan, les permite ver de otra manera la proyección de sus vidas. Así se logra el verdadero desarrollo que las sociedades buscan.
Chile, con este sistema de formación dual y con la asociatividad lograda con más de 7.800 empresas comprometidas con los conceptos de responsabilidad social, muestra un creciente éxito entre los estudiantes que comparten jornadas de estudio con responsabilidades laborales, lo que permite asegurar que este tipo de formación es el que debe marcar nuestros procesos. Por ello el Gobierno de la Presidenta Bachelet ha considerado de esencial importancia trabajar en su mayor proyección, sumando a nuevas empresas para que puedan ocuparse los restantes porcentajes de estudiantes de educación técnico profesional, que hoy no tienen cupo
Jóvenes socialmente aplicados a faenas propias de adultos asegurarán que la vocación de protección social impuesta en su mandato y que se aprecia en todos los sectores de nuestra población nacional, permiten fortalecer sus propios destinos y el de sus familias.
Señores empleadores, cada joven es un paquete de nervios cuando se enfrenta por primera vez a una actividad laboral, donde no sabe lo que le espera, la forma en que le tratarán, y si las expectativas que sus profesores le dieron se podrán cumplir.
Una inadecuada recepción, una indisposición inusitada por un error cometido, la asignación de tareas sin retorno, poco útiles y a veces humillantes contribuirán sólo a desalentarle y no es eso lo que buscamos, por lo cual el llamado es a mantenerlos en niveles de confianza aceptables, donde siempre tengan piso, pero nunca sientan que tienen techo. Así, y sólo así sus mentes, sus anhelos y sus expectativas podrán volar libremente.
Los Ministerios de Educación, Trabajo y Economía, asociados a este programa estamos seguros que será así y nuestro esfuerzo es perseguir esos resultados a toda costa, por el bien de nuestra nación.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario